Sin pelos en las teclas: Soy un ensayista de la realidad política, un periodista sin pelos en las teclas, luchador de mil batallas. Hago política, con el certero objeto, que otro no la venga hacer por mí, sino, la hagamos todos juntos. Defiendo la democracia participativa y entiendo como republicano convencido que soy, que solo se da la democracia real en la República. Así mismo, creo en la autodeterminación de los pueblos y a mi no me importa que los demás, se salgan con la mía.

viernes, 19 de mayo de 2017

Primera Parte


Bakunin

Anarquismo versus Nihilismo


 Ni dios, ni patria, ni rey… “Anarquista es, por definición, aquél que no quiere estar oprimido y no quiere ser opresor; aquél que quiere el máximo bienestar, la máxima libertad, el máximo desarrollo posible para todos los seres humanos. Esta es una definición de Errico Malatesta, del que resalto también esta frase: “Puesto que el anarquismo no es únicamente una filosofía, un sistema, un método, una actitud, sino que es además ante todo una vida y una actividad, el anarquista se encuentra inmediatamente en contradicción violenta e inevitable con el medio social.”
El pensamiento central del anarquismo se basa en la negación de toda autoridad pública o privada, aunque hay que tener en cuenta que solo, con lo dicho, se cubre una parte de esta enredada y diversa ideología. Pluralidad que se expresa en las distintas tendencias de los teóricos y de los líderes del movimiento anarquista y en los diferentes vocablos, con los que se inviste a sus partidarios, así: anarquistas, ácratas, libertarios e incluso, librepensadores o los del “falasterio.”
En unas Indagaciones acerca de la justicia política, realizando una crítica contra toda forma de organización política; Guillermo Godwin (1756-1836) al que se le considera, el primer teórico del anarquismo.  Para Godwin el ser humano es innatamente bueno y sólo “la sociedad corrompida por el Estado lo corrompe a su vez.” Sus tres principios más estimables, fueron: “Su fe en el progreso, su confianza en la bondad innata del hombre y la discrepancia hacia el Estado, como sostén de la vida política.” Ahora bien, fue Proudhon, quien negó incisivamente cualquier forma estatista de gobierno, al ser capaz de influir, concisa y muy directamente, en la persona más distintiva, del movimiento anarquista del siglo XIX, Mijail Bakunin (1814-1876).
Releyendo las anotaciones y varios de los escritos anarquistas y en especial a Bakunin, vemos inequívocamente, una inclinación moral, que nos llegaría a entender esa preocupación en la que exalta, la libertad del individuo, concebida socialmente, afirmándolo en esta frase: “Sólo soy verdaderamente libre, cuando todos los seres humanos que me rodean, hombres y mujeres, son igualmente libres.”  Expresa asimismo, un ateismo radical, que rechaza la Iglesia como institución,  pero consiente en la sociedad, la pluralidad de cultos, estimando la religión un reducto de la conciencia y por tanto de la libertad individual. Sin embargo, ensalza y da, como instrumento de cambio social, la educación popular. Este ideal educativo inspira la actividad de muchos anarquistas, que difundieron las ideas por medio de la propaganda oral entres las poblaciones analfabetas…
Desde el punto de vista social y sobre todo político, Bakunin enfatiza tres ideas, que seran la base de su pensamiento. La eliminación del Estado, visto siempre como instrumento represivo. La desaparición de los ejércitos, totalmente innecesarios al desaparecer los Estados. Y por último la “Creencia en la revolución campesino,” hecha desde abajo, por las masas, de manera espontánea.
El anarquismo contempla por principios y como fundamento; “…el rechazo de todo poder.” Su flamante sociedad, sin Estado, sin poderes institucionales, se establecerá sobre comunas autónomas, organizadas como pequeñas células, en régimen de autogestión, que elegirían por sufragio universal de sus componentes, a sus gestores y que podrán federarse o separarse libremente de otras células similares. Obviamente tras una decisión colegiada en referéndum o votación mayoritaria de los miembros en Asamblea.  
En estas comunas, la propiedad será colectiva, la eliminación acompasada de la propiedad privada, debe iniciarse por la supresión también progresiva del derecho de herencia. Llegando a un objetivo básico, todo es de todos y repartido con equidad. El ideal del anarquismo es una sociedad de hombres y mujeres absolutamente libres, “que no obedecen más que a su razón.” Su ponderación de las pequeñas células autónomas se sitúa en contra de los resultados de la Revolución Industrial, en la que se producen grandes concentraciones de población, y donde resulta imposible este ejercicio constante de la soberanía por la base popular.
El llamado “anarco-colectivismo de Bakunin,” que supone en principio, la colectivización de los instrumentos de trabajo, el capital y la tierra, pero no de los frutos, “a cada uno según su trabajo.”Fue reformado en varias ocasiones, quedando muy próximo a la idea socialista.
El anarquismo del siglo XIX discurría que el campesinado y los sectores marginados de la sociedad, eran la fuerza revolucionaria por excelencia y no al proletariado industrial. Esta fue una contradicción que destaco desde el principio. De ahí su mayor arraigo en los países y regiones de la Europa centro-oriental y mediterránea, básicamente agrarios y poco industrializados. Sin embargo, en el Mediterráneo español, se observa, un anarquismo rural en Andalucía y otro industrial en Catalunya. También el anarquismo; refuta la organización de los obreros en partidos políticos, apostando por la conquista del Estado y la implantación de “gobiernos revolucionarios” aunque sean provisionales. Piensa, en definitiva, que la revolución debe consistir en un proceso violento y destructivo, que desde el primer momento debe tender a crear una sociedad nueva, de hombres y mujeres absolutamente libres, sin Estado, sin instituciones y organizados en comunas autónomas.
Para lograr esos objetivos e implantar una sociedad anarquista algunos grupos y tendencias anarquistas, no todos, fueron partidarios de la destrucción violenta del Estado mediante diversas estrategias que van desde la revolución violenta y espontánea a la acción directa o el terrorismo.
Es esta una breve semblanza del anarquismo, donde además de mis aportaciones y apuntes he recurrido a citas de autores autorizados, con el fin de dar fundamento. Eso si, repito tan soloes una semblanza, como aperitivo de este ideario político, que mantiene en Internet mucha documentación de fácil acceso.

Cecilio Urgoiti


Segunda Parte



El gesto amable del anarquismo.
 

Buenaventura Durruti
Buenaventura Durruti fue, si lugar a dudas, las figuras más apreciables y hasta hoy respetada del anarquismo español y de su organización sindical CNT. Falleció a comienzos de la Guerra Civil luchando en el bando republicano, al frente, como líder de una formación miliciana, en la realidad, pero sin perder ese preciado papel de compañero, que su etimología dice mucho de ese término, compartir el pan. Su formación, es conocida por su propio apellido  “Columna Durruti” sin que ello quiera decir nada relacionado con ninguna connotación de propiedad o similitud alguna.
Al hablar del anarquismo, considero de interés presentar brevemente el concepto de Falansterios, o falanges, es así como se denominaba a las comunidades discurridas por el socialista utópico Charles Fourier. Se fundaban en la idea de que cada individuo trabajaría de acuerdo con sus pasiones y no existiría un concepto abstracto y artificial de propiedad, privada o común. Los falansterios son comunidades rurales autosuficientes, que serían la base de la transformación social. Los falansterios se crearían por acción voluntaria de sus miembros y nunca deberían estar compuestos por más de 1.600 personas, que vivirían juntas en un edificio con todos los servicios colectivos. Todas las personas serían libres de elegir su trabajo, y lo podrían cambiar cuando quisieran.
Charles Fourier, más que ningún otro socialista utópico, trató de resolver todos los problemas de la sociedad mediante la construcción de un elaborado sistema de organización social, en el que toda persona, actividad o cosa ocupaba por anticipado un lugar bien determinado. 
Al morir Buenaventura, surgió en Cataluña el grupo “Los Amigos de Durruti” instituido para salvaguardar sus ideas, eran partidarios del insurreccionalismo revolucionario y contrarios a la colaboración con la burguesía y con los sectores reformistas, que García Oliver y de otros dirigentes anarquistas aceptaron, al tiempo que criticaban la burocratización de la CNT y las maniobras contrarrevolucionarias del comunismo estalinista. En cierto modo, extraña ese colaboracionismo con la República, pero yo siempre vi en Durruti ese gesto amable en el hombre que antepuso la defensa de la República y el estado legalmente constituido, ante la atrocidad del golpismo, medio fascista, medio nazi que fue el franquismo. Sin temor a equivocarnos, Durruti es una de las grandes reseñas del movimiento libertario hispano y paradigma del revolucionario anarquista.
Existe abundante literatura sobre su figura, siendo el estudio más significativo y, para mi entender la obra del militante y estudioso del anarquismo Abel Paz, “Durruti en la Revolución española,” publicado en numerosas ediciones, y sobre el cual, en 1998, el realizador Paco Ríos realizó un documental con el mismo título.

Salud, República y Laicismo.
Cecilio Urgoiti

3 comentarios:

  1. Ni dios, ni patria, ni rey… “Anarquista es, por definición, aquél que no quiere estar oprimido y no quiere ser opresor; aquél que quiere el máximo bienestar, la máxima libertad, el máximo desarrollo posible para todos los seres humanos. Esta es una definición de Errico Malatesta.

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  2. Desconocia lo de Godwin y otras cosas de tu interesante escrito. Un afectuoso saludo. Laloguerra.

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  3. Es un placer tenerte como lector y más como amigo... Un abrazo

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