El principio del socialismo español
A la socialdemocracia española, le
sobra socialismo y obrero y cada día se ve más claro…
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Tajinaste en flor roja. Cañadas del Teide |
Este fue marxista y desde la óptica de
Marx se contempla la ética, como la moral y estas, como reflejo de las
relaciones sociales en desarrollo, como enunciado de los intereses de las
distintas clases, que atestiguan su juicio, de lo que es el bien y, a su vez,
sobre el entendimiento del mal, de la obligación y la de su propia conciencia, “del
bien social y la felicidad individual,” si lo queremos sintetizar. Este era el
primer fundamento político que inspiraba la teoría marxista que sostenía el
Estatuto del socialismo español en el exilio, que Felipe González, logra
erradicar de los estatutos del partido que preparaba, para hacerse merecedor
del cargo de presidente del gobierno de España. En aquella etapa, fue la
“Gestora” la que cargo con el papelón.
La ética marxista, al formular los “intereses
de la clase más progresista de la historia,” o sea, el proletariado, cimienta
teóricamente los principios de la moral socialista marxista y, por supuesto, la
comunista. Tampoco podemos olvidar que Marx fue el autor del Manifiesto
Comunista. El valedor e incitador, de la
moral del ser humano, como trabajador y como propio ser, de la inculcación de
la ayuda recíproca, de la camaradería y del propio colectivismo.
Consiguientemente fue Carlos Marx, que vivió entre 1818 y 1883, el fundador del
comunismo. Según él, “…en la historia se encuentra una estructura formada por
las relaciones económicas y sociales, y una superestructura que es el resultado
de una estructura económica dada; la superestructura está constituida por la
religión, el arte, la filosofía, la ideología, la moral, etc.” Esa que era una
autentica crítica al capitalismo, formulada desde el conocimiento, no solo
filosófico, sino además fundamentada sociológicamente y visto desde su
experiencia, no solo ya personal, sino ayudada desde el conocimiento de Engels,
como parte del empresariado y si se me permite, la aportaciones que los
trabajadores dieron, tanto dentro de la Primera, como en la Segunda
Internacionales y eso que no había conocido los actuales parámetros en los que
se mueve hoy el “Poder Económico,” aunque si hay respuesta al hoy, con el ayer
de Marx.
En Marx se encuentra la auténtica
filosofía de la historia, de la historia del hombre y de la mujer, como
trabajadores, del hombre y la mujer explotado, del hombre y de la mujer, en las
mismas circunstancias de esclavitud, vamos la historia y la filosofía asociada
al humano y los fundamentos que le han esclavizado, toda vez que intenta localizar
la esencia y su particularidad como
explicación de la historia humana. Esta esencia particularísima, hace a Marx mantener
que el modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida
social y política. Aquí hace aparición el materialismo dialéctico.
Este materialismo dialéctico, tiene su
presentación como tal, debiéndole más a la actividad de Engels, que a la del
propio Marx. Se ha considerado tradicionalmente, como la toma de posición
filosófica de Marx y Engels, frente al “idealismo hegeliano,” es decir, como el
resultado de su crítica del idealismo y, como tal, se ha presentado por la
mayoría de los estudiosos del marxismo, como el marco de referencia conceptual,
desde el que se desarrolla el materialismo histórico, que sería la expresión
propiamente científica de su pensamiento. Entonces hace aparición la historia y
se explica por las negaciones de su vida material, por el conflicto existente
entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción. En la
historia, se advierten así, por su modo de producción, sociedades como la
asiática, la antigua, la feudal y la moderna burguesa.
Marx crítica la sociedad burguesa, por
cuanto esta representa la más avanzada etapa de explotación del hombre por el
hombre.
“El trabajador en la sociedad capitalista, la explotación del hombre por el
hombre llega a su máximo, porque el capital es la forma de una riqueza
acumulada a base de la utilización del trabajo de los proletarios”, explica
Marx.
Hoy un partido que negó el marxismo,
ha encontrado la justa compensación a aquel dislate, me refiero a la renuncia
del marxismo y a continuar diciendo que se es de izquierda, que se defiende a
los trabajadores, que haces políticas neoliberales, que legislas en contra de
la ciudadanía, que sientas en los concejos de administración a expresidentes o
ministros, salvo que esas empresas sea de dominio estatal, que utilizan
artimañas para defenestrar a un secretario general y dictan ordenes en la
sombra, con el fin de sacar adelante intereses opacos y oscuros de políticas
nada ortodoxas. Este es un partido que ha puesto la proa para el marisco,
expresión esta, que me enseño un viejo marinero, refiriéndose a los barcos que
encallan y de allí son arrastrados al deshuese o desmantelado en la misma
encalladura, para convertirlos en chatarra. Aquel abandono del marxismo de
inspiración yanqui, hoy toca su fin. Vuelven a las andadas, la
socialdemocracia, ahonda su fosa y mira a la ciudadanía como mercancía, en
materia de votos y abraza al capital, como alternancia de gobierno, ofreciendo
su colaboración en la implantación de ese Pensamiento Único, que es la vuelta a
la esclavitud.
Cecilio Urgoiti
A la socialdemocracia española, le sobra socialismo y obrero y cada día se ve más claro…
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