A los compañeros socialistas, no del PSOE         

Una rosa roja pisoteada es lo que queda...

Tengo ante mí, una pantalla en blanco y me cuesta darle a las teclas, pues de esa forma desfiguraré esa blanca imagen, que es la que siempre he tenido de aquel ferrolano de nacimiento, casi por accidente, y que vivió toda una existencia de emigración. Hijo del “clarín” municipal, hombre este que era el “pregonero” del pueblo o algo así y que murió en la cárcel totalmente loco. Me estoy refiriendo a Pablo Iglesias Posse, nacido en el Ferrol en 1850. En la ciudad naval pasó los 10 primeros años de una infancia demasiado corta y rodeada de necesidad y carencias. Esa miseria lo empujó a la emigración. De la mano de su madre viuda y su pequeño hermano, caminó hasta Madrid. Sí, desde El Ferrol hasta Madrid, más de 600 Km. Allí pasó, en un abrir y cerrar de ojo, de chiquillo a tipógrafo, de niño a trabajador, mantuvo a su familia y lideró el movimiento obrero y el socialismo que el marxismo le inspiró. En una tasca de la calle Lepanto, “Labra” es su nombre. Donde aun hoy se puede ir a tomar una caña o un vino y engullir un buen buñuelo de bacalao, cosa que recomiendo, pero vete sin prisas. En ese lugar y junto a otros trabajadores, preferentemente de Artes Graficas, no todos.  Fundó el PSOE en 1879, y nueve años después, la UGT, esta organización sindical no se fundó en el mismo lugar, cosa que aclaro, pues son muchos los que así lo creen.

En 1910, tres décadas después de fraguar el partido que presidía, Pablo Iglesias fue el primer diputado socialista en el Congreso. Mantuvo constantemente, su acta parlamentaria, hasta dos años antes de su muerte, en 1925. La biografía, la podemos encontrar en infinidad de sitios y rincones de todo el territorio y en la red, de este honesto y honrado “cajista,” profesión que aprendió en el Orfanato en el que ingreso, a su llegada a Madrid, fue como ya dije el sostén familiar e inscribo aquí, una frase que extraigo del Diario de Secciones de la Cámara de Diputados del 5 de mayo de 1910: “El partido que yo aquí represento, aspira a concluir con los antagonismos sociales,... esta aspiración lleva consigo la supresión de la Magistratura, la supresión de la Iglesia, la supresión del Ejército... Este partido está en la legalidad, mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad, cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones.

Paro la narración de la presente historia, para venirme a contemplar la actualidad política y social de este país, lleno de indeseables seres, que con su hace deshonran y tiran por tierra la azarosa y si me permiten hasta aventurera, vida de Don Paulino, pues es ese el nombre, que obra en el Registro Civil del Ferrol, que no del “caudillo” por si surge algún mal pensamiento y mezclamos a los unos con los otros.

 Estos días el periodista Federico Castaño cuenta de cómo Felipe González comunicaba  de forma periódica y puntual a Mariano Rajoy, los pormenores del “Jaque mate” a Pedro Sánchez. Del mismo modo, hemos estado al corriente, ahora ya, que la operación ha estado perfectamente coordinada y, que no solo se han significado en ella, personas de la talla, tal como Susana Díaz, Carme Chacón, Alfredo Pérez Rubalcaba o Eduardo Madina y que había contado con la mirada y el visto bueno, de los grandes centros económicos-políticos de decisión en la UE. Quiero entender que esto es miedo a un pacto con “Podemos” y que el naranjito esta en el ajo y se acomoda a lo que haga falta.

Es que este bipartidismo, tiene entre mano, tantos ocultos intereses y que con esta vuelta de tuerca, que están dando, ya quedan convertidos en un unipartidismo. Da la impresión que todo se fraguó una noche en las “Cavas Bajas” del Madrid de los Austrias, en el último piso de donde “Botín,” con presidentes y cabeza al menos semicoronada y, es que hay mucho en juego, para ellos y, más que perder para este lado, ellos no van a renunciar a nada. Precipitan una Gestora y una fracción mayor que la de Largo Caballero en plena Guerra Civil, presidida por un nieto de fusilado e hijo de un represaliado por el franquismo y lo llevan a que se abstenga, para que nombre el Congreso “presidente” a un heredero de aquella dictadura, mientras González enciende un Cohíba y Zapatito de un lado para otro, sin saber que pasa y diciendo; “Que bajar impuestos es de izquierda.” Y allá en la lejanía, se oye la voz de Pablo Iglesia que sentencia categóricamente: “Los socialistas no mueren: los socialistas se siembran.” Aunque ciertamente estos cafres, ya enterraron la socialdemocracia.  

¿Qué hemos hecho para merecer esto?

Cecilio Urgoiti