Sin pelos en las teclas: Soy un ensayista de la realidad política, un periodista sin pelos en las teclas, luchador de mil batallas. Hago política, con el certero objeto, que otro no la venga hacer por mí, sino, la hagamos todos juntos. Defiendo la democracia participativa y entiendo como republicano convencido que soy, que solo se da la democracia real en la República. Así mismo, creo en la autodeterminación de los pueblos y a mi no me importa que los demás, se salgan con la mía.

domingo, 30 de octubre de 2016

Opinión        

De Senegal a la natalidad 

Por Cecilio Urgoiti

      Por  · 

José Luis De Pablos
Tal vez sea ganas de ir contigo al Continente del que formamos parte, pues lo cierto es, que los canarios nos hallamos como parte de esa inmensidad de belleza, aun oculta, para incluso los que tan cerca vivimos. Tal vez sea que narrando tus vivencias y aventuras, hayas logrado que empecemos a enamorarnos de esos rincones que frecuentas en África. Tal vez sea algo de envidia, ¿O, tal vez, no? Pero sea lo que sea, que algo será, ten por seguro que no es el arroz, aunque me guste, pero no lo suficiente para ingerirlo a diario. Lo que si te garantizo, es que cuando lo sepa, que lo sabré, te lo participaré ¿Faltaría más? Aun que te adelanto, que mucha de la culpa puede estar en mi corta visión, sabes que ello me condiciona.
Mirar y a su vez pensar en el Continente Negro, no es que haya carencia de luz, tampoco es que todo sea negro, es percibirse como la amplia y profunda sabana, bañada por el sol, y llena de esa óptima e imponderable luz, que atrae al buscador de ella, es como si África se hubiera creado para ti, mi buen amigo Wiwi. Pero si hay día, también hay noche y, el sol al ocultarse, tiñe el cielo de mil colores. Haciéndose imposible, poder captar cada momento y entiendo que solo hay un consuelo para un profesional como tú. Es saber que el día siguiente llegara, pero también se sabe que lo que veras, será diferente, pero por fortuna conservando la belleza que regala, como si flores cayeran del cielo. De Senegal a Kenia, se producen miles y miles de ocasos forzosos e imperiosos. Bien sabes que a cada movimiento de rotación de la Tierra, esta nos obsequia un ocaso, pero es en el Continente Negro, donde la luz compensa la oscuridad de la piel de sus habitantes, color que ellos llevan con orgullosa satisfacción y que como cuentas, así son y así quieren ser. Esa maltratada tierra y peor respetada población, esta llena de sumisión a la vida, cosa que desde el sádico y viejo continente, nunca se respetó.
Tuve que hacer una gestión de producción en Dakar, con motivo de la firma de un acuerdo de colaboración entre España y Senegal, la causa, la contante llegada de “Cayucos” a Canarias y en la que me vi inmerso en su recepción…  Dakar es una ciudad de casas bajas, mas bien terreras sus coches son de mil colores, recuerdo que pensé que allí cuando llegaban los vehículos, los pintaban en llamativos colores, para ser identificados. Cosa esa que hacen con los cayucos, que algunos alcanzan los treinta metros de eslora y que se pintan con alegres colores, tal vez, de esa forma son identificados desde tierra. Su gente extremadamente amable. En la ciudad daba la sensación que sus estructuras eran temporales… Algo así como si todo fuesen “retales sobre retales.” Todo parece metamorfoseado, o repintado, o simple y llanamente reciclado. En el centro de esa bulliciosa ciudad hay unos pocos edificios más altos, muchos coches y mucho más humo…
Esta descripción anterior no esta escrita, para hablar de mi, pues quedaría feo, pero si esta dentro del guión, que me planifique cuando lo fragüe en mi constante pensar y viene a cuento, conjuntamente con todo que una inquieta mente como la tuya, necesita de los nacimientos y puestas de sol en la quietud y en la soledad, como esos laberintos repletos de ruido, humo luz, color y más… Se que en ambos la cámara actúa y el resultado formara parte de la colección. Pero también había pensado en el titulo y esta relacionado con tu regreso a Madrid, para conocer tu nieta y tu nieto. Que todo os salga a pedir de boca.
José Luis de Pablos ¿Hace un roncito…? Salud amigo, compañero y maestro.

2 comentarios:

  1. A un compañero, amigo y maestro, a un hombre lleno de oficio y con el dedo indice encallecido, por ese constante pulsar, con un cierto y fiel propósito, que lo que su objetivo capta, quede siempre en la retina del resto de los que, un día en la quietud del salón lo vean.

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  2. Cecilio, casi parecia que te estabas tratando de comunicar conmigo y así lo he creido, pero no, iba referido este txto tan precioso de amaneceres, atardeceres y noche cerrada en este Continente llamado África. Me gusto.

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