A toda una vida llena de literatura, además con música         

Bob Dylan. Nobel de Literatura

Bob Dylan, “El poeta que hizo tinta del viento.” Aquí presento algunas frases del Nobel de literatura que extraigo de sus textos, esas frases que entrecomillo son una selección muy paupérrima de si inmejorable verbo, de su semblanza, de su literatura y de su figura, que es muy difícil dar a conocer, pues todos le conocemos, más, nos ayudara a entender, si cabe, con más claridad, su reciente otorgación del Premio Nobel. Los que hemos vivido su vida y la nuestra de manera paralela, poco necesitamos que nos lo expliquen y mucho menos, si tuvimos una inquietud musical, por la propia música y además, por su música en particular. Siempre buscábamos tras el pentagrama, la letra, en muchas ocasiones reveladoras de protestas que aquí, siempre se nos censuraba y en esa búsqueda, se nos empezó a regalar no solo prosa, sino poesía, en la que en muchas ocasiones, nos veíamos, fielmente reflejados.

Bob Dylan, fue, ha sido y será un referente de la generación de los 60, pero estoy seguro que también lo es de todos los que ha entrado a conocerle, tal vez unos por curiosidad y otros por consejo, el motivo a la postre, poco importa y si me apuráis, casi nos habéis desplazado, los fans sois vosotros, los jóvenes y los custodios de la pureza literaria nosotros, los de aquella época.

Dylan, estaba llamado a ser el “mayor disco de platino de las letras” y su carrera empezó con su nacimiento, allá en 1941, el Nobel era el necesario impulso que le dará reposo a sus letras, aunque nunca la podremos disociar de su musuca. Siempre he visto en él, una de las figuras más fructíferas e influyentes de su generación, en la música popular del pasado siglo y de lo que hemos vivido de este siglo XXI.

Le han concedido el Premio Nobel de Literatura. Y ha faltado tiempo para que una gran parte de los poetas y de los prosistas al uso, se vieran asimismo, como si se les pretendiera mezclar con los demonios, chillando y acusándolo, poco menos de intrusismo profesional. Estos hipócritas acusan a Bob de intrusismo, cuando algunos de ellos, tienen “negros” que les sustituyen en el ordenador y les dan por escrito, los guiones de sus intervenciones publicas, mientras el flamante Nobel, él, lo cantaba a los cuatro vientos, desde hace, más de medio siglo. Este hombre, que fue capaz de escribir, un verso que decía, “el que no está ocupado naciendo, está ocupado muriendo” o “Que protestó por toda la mierda del Universo” o a él: “Que intentó restituir tantas cosas cercenadas.”

Pero lo que ocurre, es lo de siempre, ese corporativismo mal entendido. Se ha tropezado con la tradición rutinaria, con el ego-centrista literato, con todos esos prosistas que dicen, “qué es literatura y qué no, lo es, qué es poesía y qué no, lo es.”

A esas elites de dramaturgos, ensayistas o novelistas y más… les incomoda la recreación. Les incomoda que puedas ir a un concierto de un poeta y allí puedas oír música y poesía de Bob Dylan, mientras bebes una cerveza o, peor aun, te fumes un canuto y es que la literatura, de esos literatos, que compran premios, están en uso de la verdad, de su verdad y en ese mundo de la palabra escrita, son ellos, los guardianes y custodios de esa cosa, que ya digo, obviamente no son muchos, pero si hacen “mucho” ruido.

Hay escritores que son litigantes de la palabra, que se oponen a ellas, que o esta es su “palabra” o no hay palabra, pero a su pesar Bob Dylan, ya es Premio Nobel de Literatura, con su palabra, pero además el siempre le puso música.

Cecilio Urgoiti