Tampoco estoy de acuerdo con que se hagan manifestaciones en contra de otro ser vivo, que es corneado por un toro y es herido o llega a la muerte. Pues entiendo que el que así actúa, se convierte en un rufián y un cómplice de del asesinato, pues elevar a la condición de igual el concepto de “muerte violenta” defendiendo la vida en el primer caso y maldiciendo en el segundo, le desautoriza y le priva de todo derecho, para ser defensor de la vida…
Yo defiendo la vida y no puedo alegrarme por una muerte, sea esta del toro o del torero, la vida es patrimonio particularísimo de todo ser vivo y nadie, sea quien sea e investido de lo que sea, le ampare o no, una constitución o ley superior si la hubiera, podrá privar a nadie de esa excepcional pertenencia. No olvido que el fin de la vida es la muerte, pero tampoco olvido que nadie se puede arrogar ser dueño de otra vida y si me apuran hasta de la propia, pero eso será asunto de otro comentario reflexivo. Cosa que abordare en otro momento.
Os deseo una larga vida a todas y todos…
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