Turquía: islamizada
dictadura
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C. Urgoiti ante un "flaboyán" |
“También en Turquía
parece que no hay mal que por mal no venga” Palabras estas que he leído en una
reflexión escrita en Facebook, por Diego Carcedo, director, compañero y amigo,
es mucho lo que ha sido en la historia del periodismo español, pero sus relatos
de la “Revolución de los Claveles” desde Portugal, influido por aquel golpe a
la dictadura y que incorporó a la “legalidad” democrática representativa y su
acertado libro sobre la materia en cuestión, son parte de su sabia manera de
hacernos llegar las noticias. Esa frase y su posterior comentario sobre el
golpe de estado de Turquía, me hizo retrotraerme a nuestro 23F, haciendo una comparación,
que no ha tenido que pasar por la cabeza de Diego y si por la mía, cosa que
aclaro, pues, no debe achacarse a nadie, nada que no lo sea…
Recep Tayyip
Erdogan presidente de Turquía avanza en su estrategia, con persecución
incluida, hacia la dictadura y la islamización. Él es muy igual a uno, que bien
conocimos, en esta España nuestra, aunque esto, de nuestra, solo sea un decir,
pues lo cierto, es que es de “ellos.” Los seguidores y herederos de Franco, que
realmente es, al que me refiero. Miremos, como lo miremos, no tiene otro
sentido ese golpe de estado que buscar la perfecta disculpa para convertir a
Turquía en la “reserva espiritual del Islamismo en Occidente,” aunque se tenga
que sacrificar lo que sea. Ese golpe ha dado las excusas, que solo la historia
nos dirá, si son ciertas o infundadas.
Lo auténticamente cierto
es que Erdogan, ahora se ha quitado la careta demócrata y se ha investido, de
lo que siempre fue, un dictador que hasta ahora ha hecho caja tanto en la OTAN
como en la UE. Unas siete mil ciudadanos turcos, entre civiles y militares y un
buen numero de jueces, han sido detenidos en la última semana, su delito
discrepar o incluso, no caer bien, a los acérrimos seguidores o estar en oposición
con el “Régimen de Erdogán” Algo así como aquel que la curia romana y sus
súbditos y subordinados, cardenales, obispos y muchos, pero muchos, curas y
monjas adoraban y le otorgaban todos los parabienes que su iglesia, siempre
tuvo al alcance, para estos sujetos, entre los que se encontraba, la entrada en
las catedrales, bajo “palio,” cosa de aquella España: Una, grande y libre, que
la sapiencia popular decía “Una, pues si hubiera habido otra, los españoles se
hubieran ido a vivir a la otra. Grande, ya que estaba (y sigue estando) llena;
de pobres, militares y curas y Libre, pues se tenia la libertad de poner “1, 2
y X” en las quinielas.”
Ha pasado algo más
de una semana y la colación con el golpe español, del 23F esta tomando mucha más
fortaleza y aunque las comparaciones son odiosas y salvando las distancias
religiosas y parte de los motivos, pues uno era para afianzar una figura y un
sistema representativo y regio, este tiene un cariz muy religioso y si el
fortalecimiento del líder. Erdogán, no ha perdido el tiempo, ha ido acrisolando
a los militares fieles, a la memoria de Ataturk y por consiguiente, contradictorios
a la vuelta de islamización de la política. Erdogán ha ido instaurando, poco a
poco y algo camufladamente, al menos ante los ojos de la UE y la propia OTAN,
ese costumbrismo islamizado y paralelamente preparando los peldaños para
alcanzar el poder absoluto. No debemos olvidar que este sujeto concurriendo de primer
ministro, cambió la Constitución para que todos los poderes del Estado fuesen
asumidos por el presidente y cuanto así se hizo, él fue el beneficiario
absoluto de tal potestad, actuando como
jefe absoluto del Estado y trasladándose al edificio presidencial, más magnánimo
y pomposo de toda Turquía.
Mientras esto
ocurre, Europa sujeta o no a la UE, va tomando un giro muy peligroso a la
derecha, cada vez más próxima al fascismo de la primera mitad del pasado siglo.
Aunque es algo de nuevo cuño, los eslóganes y las actitudes son las mismas. Si
las dos guerras mundiales del siglo XX, tuvieron como fundamento territorios en
África, con un severo ejercicio de dominio sobre colonias y vasallajes. Estas
actitudes buscan, la esquilmación del “crudo” y la perdida de toda savia
productiva de la tierra, con obtenciones agrícolas hasta la extenuación del
planeta y los propios ciudadanos.
Esto que ahora
ocurre, también tenemos que verlo como una acción, con premeditación, donde se
implicará a todo el Oriente Próximo y sus aledaños, pues, si nos referimos a la
extracción de crudo, este es el mejor lugar para esta acción de latrocinio que
esta ejecutando el capital, con la ayuda de los más señalados mandatario. Ahí
se puede extraer por cercanía a la superficie y blandura del terreno y el
riesgo de fuga es más controlable que en el mar.
Cada vez hay más
motivos de un estallido incontrolado, que ponga es jaque a la vieja Europa y
por ende a las frágiles alianzas mundiales. Es el verdadero egoísmo humano la
causa, como siempre, lo que de nuevo se esta convirtiendo en algo más que una
amenaza.
Cecilio Urgoiti
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