El día que me jubilé, lo hice pensando que todo estaba hecho, que iba a vivir en un remanso de tranquilidad, que estaría viviendo en base a un equilibrio social, fruto de una sociedad del acuerdo. Pero hete ahí, que abrí los ojos y, me di cuenta que todo había cambiado y que la estructura política se había desmoronado y que las ideas sociales y los conocimientos, de los sistemas políticos en boga, que teníamos, se habían invertido, se transformaron y se modificaron, de tal modo, que los conservadores son los que han protagonizado el cambio, eso si, sin perder su condición de dominante y además haciendo caja. Si se les bautizo como conservadores, fue por su inquebrantable quietud en las ideas y por consiguiente, su ideario no había sufrido transformación, fruto de la “guerra fría.”
De buenas a primera y, tras la caída del Muro de Berlín, le dan un impulso, en sentido contrario, al status quo, con lo que desaparece el equilibrio Este-Oeste y tan solo prevalece, el Norte-Sur y la armonía se desmorona. La mejor prueba la tienes en nuestro país, sin ir más lejos, vemos a las claras, como la derecha es la que toma la iniciativa de todos los cambios, obviamente negativos para la clase trabajadora y cambian, el Estado de Bienestar por un Estado de miseria, desesperación e incertidumbre, que zarandea los cimientos, que con denodado esfuerzo, se había apuntalado. Por otro lado, la socialdemocracia, vende “cambio,” pero no logra encajar su discurso y, las encuestas nos llevan a la realidad de lo hay. Para afianzar el discurso el neoliberalismo, dueño y señor de todo, machaca constantemente un discurso, torticero e impresentable, utilizando a los medios de comunicación a su antojo, pues como dicen, sin ningún pudor, “…son nuestros y hacemos lo que queremos con ellos,” añadiendo a continuación “y los que no, los sostenemos con publicidad.” Atribuyendo a la sociedad, que la culpa es de la propia sociedad: “Que ha vivido por encima de sus posibilidades.” Permítaseme, que les llame “cínicos y mentirosos compulsivos. Recuerden que era el propio Capital, el que através de sus bancos, ofrecían créditos y daban facilidades.
En los últimos años la sociedad, cansada y oprimida, ha empezado a organizarse, desde el mismo momento que el 15-M, se planta en la Puerta del Sol en Madrid y en las plazas más emblemáticas de todo el territorio nacional, surgiendo núcleos de jóvenes preferentemente, pero no los únicos y dos años después brota un partido político de nuevo cuño y con un nuevo concepto, que impacta, que es la democracia participativa… Este concepto de democracia, hace que cambie el ideario social y la sociedad se vea que su voto tiene sentido y es ella, la representante de ella misma y ve, que no es esa, democracia representativa, que tan solo te permitía que cada cuatro años fueras a las urnas.
Sorpasso es un vocablo italiano que significa “adelantar” y que no recoge el diccionario de la Academia Española. Últimamente, sin embargo, es de uso común en los titulares de los medios de comunicación, preferentemente escritos, “siempre en relación a la posibilidad de que los partidos a la izquierda del PSOE le superen en las próximas elecciones generales.” Este término fue inspirado por Julio Anguita al introducir la expresión, que se popularizó en los años noventa. Con la teoría del sorpasso al PSOE, que residía en desalojar a los socialistas, como “fuerza hegemónica de la izquierda.
Recuerdo dos frases de Pío Cabanillas, (padre) una en forma de pregunta y la otra, una afirmación. La primera fue al entrar en el salón, lugar donde se celebraba un congreso de UCD, preguntando: “¿Quiénes hemos ganado?” La otra frase, la afirmación a la que me refiero, fue: “Cuerpo a tierra que vienen los nuestros.” Ambas yo se las atribuirá a Sánchez si miedo a equivocarme, lo cierto que que durante su “reinado” en las filas socialista, no ha tenido ni un minuto de tregua, pero también es cierto que es igual a la vieja revejuda, “que si no le dicen, dice, para que le digan.”
Si nos vamos a los sondeos, el PSOE alcanzaría 77 escaños, en el mejor de los casos, vamos 13 menos que los que ha ocupado en la “legislatura fallida.” Unidos Podemos, que lograría los 80 diputados, 9 más de los que sumaron ambas fuerzas el pasado diciembre. Mirando esos mismos sondeos, vemos que los primeros tienen una tendencia al desplome y los segundos se afianzan en el alza.
Con todo ello Sánchez no se rinde y ante estos datos ya ha recalcado a su equipo de trabajo. “…a trabajar y a animar a nuestro electorado. Nuestro desafío es animarlos y convencerlos de que es imprescindible que participen en las elecciones si se quiere un Gobierno del cambio.” Es obvio, que mantiene un inusitado optimismo o, guarda un as en la manga, tal vez este detrás, de la inesperada petición de perdón y a la sevillana la dejen cantando y bailando por bulerias. Al tiempo.
Cecilio Urgoiti
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