Fernández Díaz y su confesión      

Cecilio Urgoiti

        Siempre es la religión la causante de las muertes violentas... Siempre esta unida a las tropelías de poder, siempre hay un meapilas que destaca, pues quiere ser mas “papista que el papa,” siempre, desde el ámbito del conservadurismo y más aun en países como el nuestro, con tradición dictatorial y elevado, por el infame dictador a la categoría de “reserva espiritual de occidente.” Se ha producido una mezcla de “Estado-Iglesia” donde la religión juega un papel inquisidor y, en nombre de  su dios, se asesina o se miente o se utiliza para vender la doble identidad de hombre religioso, hombre de honor. No podemos obviar que figuras como la del ministro del interior, las ha habido en esta España siempre, lugar desde donde, se  han firmado penas de muerte, tras salir de una misa del “espíritu santo,” máximo exponente de la iglesia católica, en materia de acto religioso y tras ello, celebran una comilona como acción de gracia.

Ocurren estas cosas, hoy la prevaricación, amparada en la figura ministerial, ayer el asesinato en forma de “santa inquisición,” mañana puede ser la manipulación electoral y no puedo olvidar, la constante manipulación informativa. Preferentemente se vive así, en este país con ministros como Carrero Blanco, de misa diaria, “voló al cielo.” Hoy como Fernández Díaz, también de misa diaria, utilizando las cloacas del estado, para intereses partidistas. Cosa que no pudo hacer a titulo particular, pues probado ha quedado, que era: “Bien tu sabes para quien,” ese era el mismísimo Mariano, presidente de la “cosa de ellos” que no Nostra. Fijaros con la impunidad que actúan, dicen tener la fiscalía a su servicio y ejercen las mayores barbaridades desde sus despachos oficiales, sin importar lo que ocurra. "Son inmunes estos trileros del poder y de la política. Mejor se vive sin dios, sin patria y mejor aun sin rey..."

El pueblo exige la dimisión de todo el gobierno y la ilegalización del partido que lo sustenta, por robo, por abandono de sus funciones en materia sanitaria y dejación social y por mentir constantemente y prevaricar contra la ciudadanía y permitir indeseables golfos en el “régimen” del país.

Esto es un retazo de lo que se puede decir, si continuo diciendo lo que pienso, cansaría su lectura y, no es esa, mi intención.

Cecilio Urgoiti