Sin pelos en las teclas: Soy un ensayista de la realidad política, un periodista sin pelos en las teclas, luchador de mil batallas. Hago política, con el certero objeto, que otro no la venga hacer por mí, sino, la hagamos todos juntos. Defiendo la democracia participativa y entiendo como republicano convencido que soy, que solo se da la democracia real en la República. Así mismo, creo en la autodeterminación de los pueblos y a mi no me importa que los demás, se salgan con la mía.

sábado, 11 de junio de 2016

Reflexión ante la muerte

Morir: Es la etapa final de vivir

He escrito y dicho en muchas ocasiones, esta frase que ahora reproduzco: “Yo no le temo a la muerte, pues cuando ella esta, yo no estoy y cuando yo estoy ella no esta. Por tanto, es Señora que nunca conoceré.” No trato de hacer saber que esto, es un acto de valentía, ni de presumir de ser más fuerte que nadie, tengo mis debilidades y se me manifiestan como al resto de los humanos. Ahora bien, hace ya tiempo que llegue a una certera conclusión, es esta. Que la muerte forma parte de la propia razón de vivir y, por consiguiente, si vivo, he de morir, lo mismo que lo hace todo lo que tenemos en nuestro contorno, tanto cercano como lejano, también dejare claro, que hay cosas que mueren y que pretendemos medir, con una regla, que nuestro raciocinio nos marca, pero puede ser sustituida por otra… Si la materia, ni se crea ni se destruye, tan solo se transforma, el nacer y el morir forma parte de esa transformación y, nosotros los seres racionales somos materia, también.
La muerte, observada desde nuestro entorno, con nuestra condición de ser vivo, con raciocinio lleno de apegos, en el que, el egoísmo pivota en el mismo centro. Tanto sea la muerte propia o la de otros, es una de las costumbres más reveladoras y provisoras de sentido en la vida, que los seres humanos atesoramos, cuidamos y observamos con demasiado cuidado y yo diría, que con cariño, pero a su vez, constituye el gran impedimento, que conllevamos en la época presente, Pasamos, gran parte de las horas en el cuidado de la vida, esas horas, las dedicamos a su conservación. Aunque manifestemos que “todos tenemos los días contados,” expresión que tiene mucho mas sentido en los creyentes monoteístas.
De igual forma, la medicina ha calificado tradicionalmente la muerte, como su principal y peor enemigo. La fuerza que ha ido adquiriendo la ideología médica, que hemos fortalecido y montamos entre todos, desarrolla y configura la muerte, como un algo imaginariamente eludible y a imaginar la expiración, como un fiasco. Los cierto es que los adelantos en indagación biomédica y, el perfeccionamiento tecnológico, nunca nos van a otorgar la inmortalidad, de tal manera, que para la ciencia medica actual. “Ayudar a los seres humanos a morir en paz, ha comenzado a ser tan importante como evitar la muerte.” Respuesta que me dio un medico ante la pregunta, ¿Qué hacer ante la muerte?
El brote de la medicina paliativa, está asistiendo a volver, en cierto modo, a entender la muerte y el morir, desde la correcta posición, en la que tenemos que ponernos ante la última etapa de la vida. Preocuparse una asistencia en paliativo, algo que ha de imponerse por ley y por respeto a la condición humana, tiene un gran poder humanizador y de confianza ante el morir, que vuelvo a repetir, tan solo es el cierre del ciclo de cada una de las vidas, en cada uno de nosotros. Por cierto, te recuerdo que se vive una sola vez.

Cecilio Urgoiti

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