Sin pelos en las teclas: Soy un ensayista de la realidad política, un periodista sin pelos en las teclas, luchador de mil batallas. Hago política, con el certero objeto, que otro no la venga hacer por mí, sino, la hagamos todos juntos. Defiendo la democracia participativa y entiendo como republicano convencido que soy, que solo se da la democracia real en la República. Así mismo, creo en la autodeterminación de los pueblos y a mi no me importa que los demás, se salgan con la mía.

domingo, 5 de junio de 2016

Reflexión de cara al terror que ocultan los Estados

Hay que destapar las cloacas de la historia

Estos dos cortos relatos, que leeremos tras el tercer punto y aparte, en los cuales se nos cuentan, hasta donde es capaz de llegar la mente humana y la utilización de los oscuros intereses de los Estados, sin importar el tiempo en que ocurra o la situación, guerra o paz o peor aun donde la vida se desprecia y el asesinato es, por el bien común, pero como siempre, de ellos. A la hora de hacer prevalecer la ideología y obligar y subyugar a la propia sociedad o la que se quiere dominar.
Hoy por un interés económico, en primer lugar y de pronta comunicación, en segundo termino, se ha hecho posible esta vía de comunicación, que son las “redes sociales” que están sirviendo para mantener a raya algunas utilizaciones de l pasado siglo, pero estoy seguro que se esta utilizando los medios para satanizar a todo el que discrepe e intente romper la ideologia predominante.
 Durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército nazi sorprendió al mundo con la velocidad de sus avances y la resistencia de sus soldados. El Tercer Reich, siguiendo la obsesión de Hitler por encontrar una píldora que le hiciera invencible, utilizó en sus militares la pervitina, una metanfetamina que mejoraba su rendimiento físico. La pregunta es, ¿la tomaba también el propio führer?
Cuando tras la Segunda Guerra Mundial salieron a la luz los experimentos de los científicos y médicos alemanes, los estadounidenses codiciaron sus avances. Financiados por la CIA, médicos y científicos acosaron a negros, indigentes y desvalidos; los encerraban en prisiones, en hospitales, en barracones, en orfanatos... y, contra su voluntad, con el pretexto de estudiar el cerebro humano, convertirían a decenas de millares de personas en auténticas ratas de laboratorio. Se realizaron miles de experimentos gubernamentales con el objetivo de borrar la memoria, encontrar un medio para hacer confesar al enemigo, fabricar una máquina humana dispuesta a matar contra su voluntad.
Esto ocurrió ciertamente y son sinopsis de dos documentales, pero son relatos verídicos y que se han ido destapando… Se hablaba del circo romano… y ha prevalecido XX siglos posteriores y el silencio celestial se puede cortar de lo espeso que es, por supuesto no diferencio divinidad ni religión.


Cecilio Urgoiti

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