Diario de Avisos
Participación ciudadana
Por Cecilio Urgoiti
¿Existe la democracia y se practica concienzudamente? No pretendo, con esta pregunta, hacer una crítica devastadora a las “democracias fundamentalistas” y, si a esos correveidiles del poder gubernamental, que se llenan la boca con un término que desconocen y que manejan, como si ellos la practicaran. La democracia, en boca de estos fundamentalistas del constitucionalismo amañado, lo único que hacen es ultrajarla cada vez, que en su boca hace, acto de presencia. Cómo pueden afirmar estos trapaleros de la manipulación, que vivimos en democracia, si por no haber, no se ha implantado la división de poderes, si hoy se legisla con mordazas a la sociedad, si silencian los medios públicos de comunicación, con contratos de seres impropios para el cargo, pues, estos paniaguados, son correas de trasmisión del gobierno de turno y, si miramos a los medios privados, vemos se les compra el silencio, con publicidad institucional o cualquier otro apaño, siempre de dudosa democratización.
Estos cortos apuntes, son la punta de lanza, del peor fundamentalismo que a diario padecemos. La abominable corrupción, intoxicando todo cuanto toca, hasta el extremo que si le preguntas a un crío ¿Qué quiere ser de mayor? Te contesta, sin remisión de causa: Político, para forrarme. La democracia, si no está basada en la participación, se convierte en representativa y en teatral. Necesita personas que aporten ideas y las lleven hasta el final, con todas sus consecuencias.
El ideario de la mayoría de las democracias de nuestra Era, una vez barrido el fascismo en apariencia, pues corren unos aires que están diseminando las malas hierbas, que harán brotar la cizaña suficiente, para su implantación. Nos encontramos sobre la esencia de lo contrario a la democracia. La vida en democracia es el significado de vivir en un Estado democrático y ser parte de él. Si no hay un origen de la doctrina de los tres poderes, que es la división de esos poderes, lo que ocurre es, una ausencia de la democracia. Si no hay conexiones entre la sociedad política y la sociedad civil, hay fundamentalismo y eso nos lleva a lo contrario de todos los objetivos democráticos, se camina directamente hacia la dictadura. La tolerancia es una integridad específica de las democracias, lo mismo que la libertad, su lejanía nos lleva directamente al despotismo.
La democracia participativa se concreta en un soporte político, según el cual, es donde la ciudadanía, tienen una mayor atribución y acción en la toma de decisiones de carácter público. Conquistar la democracia participativa, no es tarea fácil y, mucho menos aun, con tantos vicios adquiridos. Ella, la participación, ha de ir poniéndose en práctica. Todavía hoy, en la misma Suiza, surgen trabas en la puesta en conocimiento. Entiendo que se debe ir implantado de manera paulatina y empezar dando un significativo avance, con la ley electoral, donde un ser un voto, tomar las decisiones en referéndum… Es por ello, que uno de los mayores desafíos para la democracia participativa, esta en obtener implicación e involucrar plenamente a los ciudadanos en el proceso democrático, de forma que puedan adoptar un papel activo en la escena política. Para lo cual, se implementan mecanismos de participación tales como plebiscitos o asambleas populares.
El franquismo no fue, ni ha sido, ni quiere ser demócrata, ha sido una constante contradicción, de la realidad democrática, pasen y miren: Un dictador que nombra rey, fíjense, el dictador no consulta al pueblo, ordena y el rey nace con esa atribución. Inteligencia militar, la frase pierda todo sentido, cuando su objetivo es la guerra. Otro término “conspiración judeo masónica.” No se puede ser judío y masón, ni viceversa, es una relación que se repele, desde el principio del fundamento. Mucho esta tardando el franquismo en desaparecer y, más esta tardando la democracia en llegar. Si lo exceptúo reviento.
Cecilio Urgoiti
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